Con la imagen del salvavidas en la portada, junto al título de la historia «Aprendo a conversar ajustando el volumen de mi voz a la situación», he querido simbolizar el valor de este tipo de relatos para evitar que el alumnado con TEA naufrague en lo que para ellos, con frecuencia, constituye un mar agitado: la cognición social.
Con la herramienta digital Canva he elaborado una presentación que recoge la historia social creada para Pedro, alumno de 11 años y diagnóstico de TEA que está escolarizado en 5º de Primaria, al que hacía referencia en la entrada anterior. Su nivel de competencia curricular en el área de Lengua se sitúa entre 2º y 3º de Primaria, por lo que tiene la lectoescritura adquirida y puede comprender textos breves.
¿QUÉ HA MOTIVADO LA CREACIÓN DE ESTA HISTORIA SOCIAL?
El alumno debe mejorar su habilidad conversacional y aprender cómo ajustar el volumen de su voz, en función de la situación y del lugar donde se encuentra. Esto es muy importante para favorecer su relación social.
A través de esta historia, se presentan situaciones que se pueden producir fuera del entorno escolar, al realizar actividades complementarias. La participación del alumno en ellas supone una estupenda oportunidad para relacionarse, tanto con sus compañeros como con sus maestros y con otros adultos, en un ambiente más informal donde puede generalizar las habilidades sociales trabajadas. Previamente, antes de realizar cada actividad, se le anticipa la secuencia de sucesos que tendrán lugar y se repasa esta historia social.
Un mar de palabras. Estimulación cognitiva. 