Otra tarea del curso realizado para ir mejorando la competencia digital docente me ha permitido comenzar a manejar la herramienta digital Emaze. Se nos pedía crear una presentación con esta herramienta, explicando una actividad de contenido digital preparada con los alumnos. La actividad elegida fue una baraja de vocabulario, concretamente de nombres individuales y colectivos.
Al final de la presentación he recogido una selección de herramientas digitales para la creación de artefactos digitales por parte de los docentes y el alumnado. Su uso permite ofrecer apoyos visuales, que facilitando la comprensión también hacen más atractiva la presentación del contenido: PowerPoint, Genially, Mindomo, Thinglink, Canva, Prezi, Padlet, Keynote o Powtoon.
Concretamente, en la presentación que hoy comparto he partido de un material elaborado como actividad para un taller de lenguaje con alumnado de Primaria. Material que ya compartí en entradas anteriores de este blog y en una lección del portal PICTOEDUCA, con el que colaboro, denominada «Nombres colectivos». Dejo enlaces que dan acceso a estos materiales en la presentación de la baraja en Emaze.

Enlace de acceso: Presentación realizada con Emaze

Las herramientas de creación de contenido digital no sólo son un recurso para que los docentes elaboremos presentaciones y diversidad de artefactos digitales (carteles, infografías, líneas del tiempo, mapas mentales…), sino que también se propone su uso al alumnado para la creación de materiales con contenido digital que evidencien el aprendizaje adquirido. Cuando les proponemos este tipo de tareas, enseguida comprobamos cómo aprenden el manejo de las herramientas digitales antes que muchos docentes (entre quienes me incluyo).
Sin duda, el uso de artefactos digitales en el aula tiene muchas ventajas; no obstante, considero fundamental tener muy claro que la tecnología nunca debe ser el fin, sino el medio para alcanzar objetivos pedagógicos. La ventaja de utilizarla en las aulas depende, directamente, del uso que como docentes hacemos de ella.
Muchos maestros y profesores con frecuencia reconocemos la dificultad que nos ofrece adquirir competencia en la creación de contenido digital. En muchos casos nuestra fortaleza se encuentra en el conocimiento de la materia y en el conocimiento pedagógico, en la didáctica, pero no en el conocimiento tecnológico.
El manejo de las herramientas digitales puede resultarnos costoso, lo podemos identificar como un punto débil en nuestra formación, por lo que es fundamental reforzarla en ese sentido. Personalmente, a fin de lograr una verdadera integración de la tecnología con la enseñanza de un contenido, procuro ir realizando formación relacionada con la mejora de mi competencia digital docente.
El modelo TPACK muestra esa integración eficaz que se puede lograr combinando el conocimiento de tres aspectos: contenidos (conocimiento de la materia), cómo enseñarlos (conocimiento pedagógico) y competencia digital (conocimiento tecnológico). La formación en este último aspecto nos permite ir mejorando la competencia digital docente y aproximarnos a la intersección entre esos tres conocimientos.

Fuente de la imagen
Antes de concluir quiero hacer una pequeña reflexión en torno a la siguiente pregunta: ¿Sobrevaloramos la competencia digital de nuestros alumnos y/o hijos? Creo que es fácil hacerlo y lo hacemos con cierta frecuencia… tanto los padres como los docentes podemos cometer ese error. Ellos han nacido en la era digital y son nativos digitales; pero esto no los hace automáticamente competentes, capaces de usar la tecnología de un modo eficiente, crítico y seguro. Creo importante ser consciente de que ellos son usuarios de contenido digital desde muy temprana edad, pero sólo el uso no les dará la competencia.
Ser nativo digital no equivale a tener competencia digital sino que ésta debe adquirirse, siendo una competencia clave para el aprendizaje permanente. Por tanto, en el ejercicio de nuestra labor docente, no podemos olvidar nuestra responsabilidad de favorecer el desarrollo de la competencia digital de nuestros alumnos. En este sentido, como en tantos otros, debemos orientarles y acompañarles en su proceso de formación: ayudarles a hacer un uso creativo, seguro y crítico de los contenidos digitales. Como en todo, cada día les podemos enseñar a hacerlo… no sólo con nuestras palabras… sino también con nuestro ejemplo.
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